Me gustaría escribir algo extenso. En serio.
Pero no se que. Es decir, no se me ocurren cosas lo suficientemente lindas
para poner acá.
Bueno, no tengo mucho tiempo libre ya, empecé a formar el camino de lo
que se supone será mi futuro si las cosas salen como se estima, o como las
planeo, o como debiesen ser para lograr ese objetivo.
Se nos acaba el tiempo, siempre está corriendo por los relojes de todos el tiempo.
Ese tiempo que puede hacer que las cosas se transformen si no decimos o
no hacemos las cosas a tiempo.
Ese que se escurre mientras hacés cosas que quizás no son las que
quisieras estar haciendo en ese momento para sentirte pleno, sino que las haces
para llegar a, y cuando te diste cuenta quizás
muchas veces por intentar llegar a algo, por intentar planear algo y que todo
salga redondo terminás desperdiciando todo, y sin llegar a nada.
El tiempo es relativo y cada quien maneja el suyo.
Supongo que serán riesgos que habrá que correr por el simple hecho de
arriesgarse.
El que no arriesga no gana suelen decir. El que no arriesga vive en una
duda, creo yo.
Ahora queda vivir sin planear, y disfrutar de las cosas momentáneas,
esas que te hacen bien por unos segundos, esas que se destacan de entre tantas cotidianidades.
Creo que lo más cercano a la felicidad son esas cosas.