Otra vez me encuentro frente a este pedazo de papel virtual blanco, por suerte me acordé que cuento con él, y acá estamos.
Gusto de decir "acá estamos",
que acá estoy, que acá ando. Prefiero decir que "acá ando" antes que decir
mal, o masomenos, tal vez porque no me permita estar como las segundas dos.
Me dí cuenta que muchas veces, los malos humores tienen que ver con algo que duele y no se sabe por qué, o se sabe muy bien y eso molesta porque quizás cambiar la historia no está en nuestras manos, o porque hubiera esperado otra actitud del otro lado.
Las cosas serían diferentes y quizás un tanto menos complejas si dependiera de uno mismo cambiarlas, o si habría la suficiente voluntad para cambiar eso que molesta. A veces sólo falta voluntad, y eso parece poco, pero es mucho.
A veces te ves tan atacado por la sorpresa de cosas inesperadas, que no queda otra que reaccionar de alguna manera. pero hay algunos que no sabemos de qué manera reaccionar, y solamente nos quedamos ahí, perplejos,
con los ojos enormemente abiertos, viendo pero no mirando.
Ey, lo tuyo debe valer más de lo que vos pensás. Y así, sin más, soñas.